El sueño es un estado de reposo durante el cual el cuerpo y la mente se recuperan y se preparan para el día siguiente. Es esencial para la salud física y mental, ya que permite que el cuerpo repare tejidos, consolide la memoria y regule las funciones corporales.
La prevalencia de los trastornos depresivos se sitúa hasta en un 10% de la población adulta, y alcanza el 15% en personas mayores. La frecuencia en mujeres es el doble que en hombres y aproximadamente el 75% de los pacientes con ingresos bajos no la tratan correctamente.
El dolor de espalda es uno de los más comunes. La región lumbar es la que se verá afectada con más frecuencia, debido a su mayor movilidad y a que soporta más peso.
Nuestro cuerpo envejece y los agentes externos como tabaco, el sedentarismo, la contaminación y, por sobre todo, la mala alimentación, aceleran este proceso. Los encargados de frenar esta tarea son los antioxidantes.
Las vitaminas son sustancias químicas no sintetizables por el organismo, o lo que es lo mismo, que nuestro cuerpo no las produce por sí mismas.
Llevar una alimentación sana y hacer ejercicio son las pautas más importantes para llevar a cabo una vida saludable. Para estar bien por fuera hay que comenzar cuidándose por dentro.