El sueño es un estado de reposo durante el cual el cuerpo y la mente se recuperan y se preparan para el día siguiente. Es esencial para la salud física y mental, ya que permite que el cuerpo repare tejidos, consolide la memoria y regule las funciones corporales.

La higiene del sueño es clave para un descanso saludable, se refiere a prácticas y hábitos que promueven un sueño de calidad. Consejos para llevar a cabo en tu día a día:

• • Establece un horario de sueño.
  • Crea un ambiente tranquilo y oscuro para dormir.
  • Evita la cafeína y la nicotina.
  • Limita los dispositivos electrónicos antes de dormir.
  • Practica técnicas de relajación.

El insomnio es la dificultad para conciliar el sueño o mantenerlo durante la noche. Puede ser causado por el estrés, la ansiedad, la depresión, el dolor crónico o los trastornos médicos.

El insomnio se puede clasificar según la duración en:

• Insomnio transitorio o agudo: Ocurre ocasionalmente y puede durar desde una sola noche hasta varias semanas debido a factores como el estrés, los cambios en el entorno o los trastornos emocionales temporales.
• Insomnio crónico: Persiste durante al menos tres noches a la semana durante tres meses o más. Puede estar relacionado con problemas de salud subyacentes, trastornos mentales, cambios en el estilo de vida o factores ambientales.

La melatonina se conoce como la «hormona del sueño» porque regula el ciclo sueño-vigilia y ayuda a regular los patrones de sueño, actúa interactuando con los receptores específicos en el cerebro para promover la somnolencia y regular el ritmo circadiano. Se produce en respuesta a la oscuridad y su nivel en sangre aumenta por la noche, alcanzando su pico máximo durante las horas de sueño.

Varios factores pueden desregular la producción de melatonina, como el estrés, los cambios en los horarios de sueño, la exposición a la luz artificial durante la noche (especialmente la luz azul de dispositivos electrónicos), trastornos del sueño, ciertos medicamentos y el envejecimiento, ya que se ha observado que los niveles de melatonina tienden a disminuir con la edad.

La valeriana es conocida por sus propiedades sedantes. Sus compuestos actúan sobre el sistema nervioso central reduciendo la excitabilidad neuronal y promoviendo la relajación. Esto la convierte en un remedio natural para conciliar el sueño y mejorar su calidad, especialmente en casos de insomnio leve a moderado relacionado con la ansiedad o el estrés, pero puede no ser suficiente para tratar casos más graves.

La vitamina B6 y el magnesio también juegan un papel importante en la regulación del sueño y pueden ser beneficiosos como suplementos. La vitamina B6 porque participa en la síntesis de neurotransmisores, como la serotonina y la melatonina. Y el magnesio porque ayuda a regular el sistema nervioso, lo que puede contribuir a reducir el estrés y la ansiedad.

La apnea del sueño es un trastorno en el que la respiración se detiene y se reanuda repetidamente durante el sueño. Puede causar fatiga diurna, problemas de salud cardiovascular y otros problemas. Es importante buscar tratamiento si se sospecha apnea del sueño.
Varios factores pueden aumentar la posibilidad de que una persona desarrolle apnea del sueño, incluyendo:

• Obesidad.
• Anatomía: Algunas personas pueden tener una mandíbula inferior más pequeña, una lengua grande o amígdalas agrandadas, lo que puede obstruir las vías respiratorias durante el sueño.
• Edad.
• Sexo: Los hombres tienen un mayor riesgo de desarrollar apnea del sueño, aunque la incidencia en mujeres aumenta después de la menopausia.
• Historial familiar.
• Consumo de alcohol y tabaco: El consumo de alcohol y el tabaquismo pueden relajar los músculos de la garganta, lo que aumenta el riesgo de obstrucción de las vías respiratorias durante el sueño.

Las personas con apnea del sueño no tratada tienen un mayor riesgo de desarrollar hipertensión arterial, enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares, diabetes tipo 2 e incluso muerte prematura.

Para saber si se sufre apnea del sueño, es importante consultar a un médico si se experimentan síntomas como ronquidos fuertes, pausas en la respiración durante el sueño, somnolencia diurna excesiva, dolores de cabeza matutinos, problemas de concentración o irritabilidad. El médico puede recomendar un estudio del sueño, que puede realizarse en un laboratorio del sueño o en casa con un dispositivo portátil, para evaluar la calidad del sueño y detectar posibles trastornos como la apnea del sueño.